La diva del Bronx presume sobre el escenario de una esbelta figura que no es fruto de la casualidad en una madre de 43 años.
A la intensa rutina de ejercicios a la que se somete a diario para estar en forma, se unen una serie de exigencias en materia gastronómica que los organizadores de su gira mundial se afanan en satisfacer.
Grandes cantidades de ternera fresca, mariscos, verduras, pollo y otros productos del día deben estar a su disposición cada vez que aterriza en una de las sedes de sus conciertos, como se desprende de la lista de peticiones que se ha filtrado ante su próximo espectáculo en Sofía, la capital búlgara.
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